- Cuaderno de lecto-escritura: incorporando letras de forma progresiva, respetamos el ritmo de aprendizaje del niño.
- Calendario de trabajo: organizando la rutina diaria, se mejora la participación del niño en las actividades cotidianas y se favorece su colaboración en tareas de contenido curricular que son apoyadas desde casa por la familia.
Sin duda, una buena forma de continuar la estimulación en el hogar.