Metodologías del Centro Ocupacional

En el Centro Ocupacional de Integrandes.org aplicamos metodologías de intervención basadas en enfoques del Apoyo Activo, mencionado en anteriores entradas del blog, y del Apoyo Conductual Positivo. 

Con el Apoyo Conductual Positivo (ACP) se hace frente a los problemas de conducta, remediando condiciones ambientales y/o déficits en habilidades. En lugar de enfatizar la simple corrección de la conducta problemática, se hace hincapié en la modificación del contexto donde se encuentra el problema. El objetivo del ACP no consiste sólo en reducir el nivel de la conducta problemática, sino también en un cambio de estilo de vida. Utilizamos diversas técnicas y estrategias que nos resultan útiles para reconducir conductas desadaptadas. Además, orientamos y enseñamos a nuestras familias sobre estas estrategias para que, desde casa, también puedan ponerlas en marcha y generalizar los aprendizajes en todos los contextos.

Hoy queremos compartir con vosotros una técnica llamada “Sobrecorrección”. Esta es una estrategia muy eficaz para tratar de hacer que los comportamientos desadaptados o difíciles se conviertan en aceptables y normalizados.

El objetivo principal de esta técnica es reparar un “daño” causado por una conducta indeseable.  Las formas de aplicación son:

  • La restitución: Se le pide a la persona que restaure el daño causado corrigiendo los efectos negativos de la mala conducta, dejando la situación igual o incluso mejor que antes. Ejemplo: Conducta inadecuada: “Rompe y tira objetos de su habitación cuando se enfada” Restitución: “Recoger y tirar a la basura los objetos rotos”.
  • Práctica positiva o repetición: Se trata de que repita una conducta positiva y alternativa a la conducta inadecuada. Partiendo del ejemplo anterior, ante la misma conducta inadecuada: “Establecer días concretos a la semana para ser responsable de la limpieza, orden y cuidado de su habitación”.
  • Combinación de ambos: Para utilizar los dos procedimientos de forma combinada se le pedirá que primero repare el daño y luego practique la conducta alternativa adecuada: “Primero indicarle que recoja en el momento lo que ha tirado y después se le pide que aproveche y ordene el resto de la habitación”.

Antes de aplicar la sobrecorrección debemos explicar a nuestro familiar el cambio de normas y en qué casos se llevará a cabo. Además, es muy importante para que tenga efecto, aplicarla justo después del comportamiento inadecuado. 

Hay que destacar que, al aplicar cualquier técnica de cambio de conducta, es necesaria la paciencia, la tranquilidad y firmeza en el establecimiento de límites y normas, además de ofrecer refuerzo positivo ante cualquier mínimo avance que observemos, incluso creando situaciones y propiciando oportunidades para que la persona muestre conductas adaptadas y normalizadas que podamos reforzar.