20 de noviembre: Día Mundial de la Infancia

¡Recuerda que los niños y las niñas también tienen derechos!

Hoy, 20 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Infancia. En este día especial se conmemora la aprobación, el 20 de noviembre de 1959, de la Declaración de los Derechos del Niño de manera unánime por todos los 78 Estados miembros de la ONU.

Desde Integrandes queremos dedicar este día a recordar algo que, aunque parece obvio, muchas veces no se es consciente. Los niños y las niñas tienen derechos, al igual que las personas adultas.

Se suele pensar que es en los países subdesarrollados, únicamente, donde las niñas y los niños no poseen estos derechos o tan sólo poseen algunos. Si las personas se pararan a pensar en esto, se darían cuenta de que incluso países del primer mundo como España, no desarrollan o respetan todos y cada uno de los derechos infantiles.

Es necesario que las personas que forman parte de la sociedad, tanto si están en contacto directo como si no lo están con la infancia, conozcan y tengan presentes esos derechos.

De esta manera, será más fácil que madres, padres, profesionales de la salud, políticos y políticas, personal sanitario, etcétera, sean capaces de marcar el camino de cada niño y cada niña de manera positiva, facilitando su desarrollo libre como personas.

Unicef (s. f.), estipula los siguientes derechos de la infancia:

1: Derecho a la vida – todos los niños y todas las niñas tienen derecho a la vida y a poder crecer y vivir de tal manera que puedan alcanzar su máximo potencial.

2: Derecho a la salud – los niños y las niñas deben tener el mayor nivel de salud posible y poder recibir una atención médica de calidad cuando sea necesario. Por ello, es tan importante poder acceder de manera igualitaria a una atención sanitaria primaria.

3: Derecho a la protección – es necesario y esencial que los niños y las niñas puedan crecer en entornos seguros y libres de malos tratos, violencia, cualquier tipo de abuso, etcétera.

4: Derecho a la educación – hay que garantizar que la población infantil accede a una educación de calidad para poder desarrollarse en su mayor potencia de manera integral. Asimismo, cabe reseñar el fomento de la educación inclusiva y la facilitación para poder acceder a la educación secundaria y universitaria.

5: Derecho a una identidad – para que se pueda garantizar el cumplimiento de los derechos de cada niño y cada niña, es necesario que sean inscritos en los registros oficiales al nacer.

6: Derecho a una información de calidad – todas las niñas y los niños tienen derecho a recibir información de los diferentes medios de comunicación y fuentes que existen. No obstante, las administraciones y el entorno familiar, deben cuidar la transmisión de determinados contenidos, como por ejemplo anuncios donde sea evidente la transmisión de estereotipos sexuales, lenguaje sexista, violencia de género, etcétera. Por lo tanto, niños y niñas deben poder acceder a contenido infantil acorde a los derechos de la infancia.

7: Derecho al juego – es necesario y vital que niñas y niños tengan tiempo para poder crecer jugando o para actividades de ocio y de tipo cultural. El juego les permite desarrollarse en diferentes ámbitos y favorece la socialización.

8: Derecho a expresar su opinión y ser escuchado – la población infantil tiene derecho tanto de manera individual como colectiva a participar, es decir, pueden dar su opinión y deben ser escuchados, sobre todo cuando se está tomando una decisión que les afecta de manera directa.

9: Derecho a la intimidad – todos los niños y todas las niñas tienen derecho a la vida privada, por lo que las diferentes leyes deben proteger la privacidad de la población infantil, su domicilio, familia, etcétera. Es tarea de las familias el proteger a sus hijas e hijos para mantener su privacidad, por lo que es necesario que los progenitores o tutores de los niños y las niñas tengan en cuenta la exposición que hacen en redes sociales de sus hijos e hijas.

10: Derecho a asociarse – niñas y niños tienen derecho a reunirse siempre y cuando respeten los derechos de las demás personas y lo hagan de manera pacífica.

Sería interesante que, tras la lectura de estos derechos, las personas adultas se paren a pensar si sus hijos o hijas, niños o niñas que haya alrededor, disfrutan de todos y cada uno de estos derechos. Está en la mano de progenitores y tutores legales el hacer de niñas y niños ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho.