El verano se va acercando y con él, las deseadas vacaciones. Los peques en unas semanas terminarán el colegio o la escuela infantil y pasarán más tiempo en casa con los papás, abuelos o algún familiar, hasta que todos tengan vacaciones y puedan disfrutar de ese tiempo en familia.
A veces esta época no es tan idílica como nos habíamos imaginado ya que la falta de rutina hace que nuestros pequeños estén más nerviosos, se den más rabietas, no descansen igual, no se entretienen solos…
En niños que les cuesta hablar, comprender bien todo lo que les decimos, se agobian con los cambios, etc, os recomendamos seguir en la medida de lo posible una rutina, más flexible que cuando hay “cole”, pero que exista un pequeño “guion” diario. Por ejemplo: nos levantamos, desayunamos, damos un paseo, hacemos un recado, comemos, descansamos un poco, vamos a la piscina, baño, cena, cuento, a dormir.
Podemos utilizar imágenes o pictos, para apoyar esa rutina, anticipando siempre la noche anterior o al levantarnos, diciéndole a nuestro hijo con quién va a pasar la mañana al día siguiente, dónde van a estar, qué van a hacer…
En niños más mayores, podemos hacerles partícipes de “recados familiares” como la compra semanal, creando una lista de la compra con dibujos y que ellos tengan que ir encontrando lo que necesitamos en el supermercado, aprovechando que seguramente podamos hacer la compra con más tiempo o podemos organizar una tarde de juegos en las que ellos nos ayuden a prepararlos.
Los días que podamos compartir en familia, olvidemos el reloj y las prisas y saboreemos cada momento que se convertirá en un bonito recuerdo.