El pasado 22 de septiembre nuestro CAT daba la bienvenida al otoño, con la vuelta al cole, tratamientos y a las rutinas que esta estación conlleva. Y que mejor forma de hacerlo que decorando ambos centros, con la ayuda de los peques.
Ahora, tras un mes de adaptación a la estación y sus cambios del tiempo, la disminución de las horas de luz…llega el último domingo de octubre y, con él, el cambio de hora.
Durante la madrugada del 26 al 27 de octubre se retrasaremos una hora el reloj y a las 03:00 horas pasarán a ser las 02:00.
Según la Sociedad Española del Sueño, el cambio de horario, aunque solo sea de una hora, altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Cambiar la hora implica un periodo de adaptación, durante los cuales, los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio.
Todos estos cambios nos afectan a todos y especialmente personas neuroatípicas, como las personas con autismo. Pueden ser más susceptibles a cambios en el entorno, como los de luz y temperatura que acompañan el cambio de horario.
Por eso, hoy compartimos 5 consejos para ayudar a las personas neuroatípicas a adaptarse al cambio de hora:
El impacto del cambio de hora
El cambio de hora afecta nuestro ritmo interno, lo que puede generar irritabilidad, falta de concentración y problemas para dormir. Estos efectos se agravan en personas con autismo, por lo que es fundamental preparar el entorno y las rutinas.
Cinco pautas para sobrellevar el cambio de hora
1. Anticiparse al cambio
Esta sería una de las principales técnicas ya que las personas con autismo, suelen reflejar comportamientos inflexibles ante los cambios.
Durante estos días previos al cambio, ajusta gradualmente la rutina diaria en intervalos de 10 a 15 minutos para que el cambio no sea tan brusco. Adelanta o retrasa la hora de dormir, cenar o bañarse poco a poco.
2. Mantener rutinas estables
A pesar de los pequeños ajustes del punto anterior, es importante que el orden de las actividades se mantenga igual. La estabilidad en la rutina diaria proporciona seguridad.
3. Crear un entorno confortable
Reduce las distracciones y los estímulos sensoriales en el entorno. Ajusta la iluminación, aprovecha las horas de luz natural para pasear y evita el caos en las mañanas.
4. Comunicación abierta y flexibilidad
Es fundamental hablar sobre los cambios, ser flexibles y permitir que cada persona se ajuste a su ritmo.
5. Busca ayuda profesional si es necesario
Después del cambio de hora, es esencial estar atento a cómo la persona con autismo está manejando la transición. Si se observan signos de estrés o dificultades, es útil ser flexible y ajustar, si pese a ello, la adaptación continúa siendo muy complicada, es aconsejable acudir a un profesional.